¿Estamos pensando mal en la cultura organizacional?

¿Su cultura corporativa es unificadora o involuntariamente divisoria?

Antes de responder, deberías leer esto. Publicación en Harvard Business Review por John Traphagan.

La mayoría de nosotros aceptamos la definición común de “cultura corporativa” como un conjunto compartido de valores, actitudes, estándares y creencias que caracterizan cómo los empleados y la gerencia de una empresa interactúan y manejan las transacciones comerciales externas.

Pero, según Traphagan, considerar la cultura como algo unificador (aunque intangible) no es exacto ni útil. Presenta varios argumentos para respaldar su posición:

  1. La cultura no es simplemente una fuerza unificadora que une a las personas; también es una herramienta que la gente utiliza para ejercer el poder y trazar líneas proverbiales en la arena. Como tal, la cultura proporciona una base sobre la cual los empleados pueden concurso o contra ciertas ideas o valores, haciendo que la cultura se centre tanto en la división como en la unidad.
  2. Los valores que los miembros de una organización presentan como “comunes” no lo son en realidad. Es más, las personas pueden estar de acuerdo en que cierto valor es importante, pero estar fundamentalmente en desacuerdo sobre lo que realmente significa ese valor. Por ejemplo, valores como “libertad” o “trabajo duro” o “responsabilidad social” son increíblemente difíciles de definir, y aún más difícil conseguir apoyo unilateral para ellos.
  3. Es posible que los valores adoptados específicamente para unir a los empleados no logren el propósito previsto. La investigación citada en la publicación indica que, en lugar de hacer que todos se sientan incluidos/apreciados, los valores comunes como la diversidad pueden en realidad hacer que las personas se sientan señaladas o incluso amenazadas.

¿Podría estar equivocado nuestro pensamiento sobre la cultura corporativa?

Quizás en la medida en que lo veamos como un unificador. Cualquier intento de unir a los empleados con la cultura organizacional es un acto de poder. Los individuos reaccionarán ante ese ejercicio de autoridad de manera diferente, según qué tan estrechamente se alineen los valores adoptados con sus creencias personales.

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publicado por Personal exacto

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