La habilidad número uno que distingue a los niños mentalmente fuertes de “aquellos que se dan por vencidos” y cómo los padres pueden enseñarla

Los niños necesitan las herramientas adecuadas para afrontar la adversidad y evitar que su bienestar general disminuya. Nuevo investigación indica que la esperanza puede reducir la ansiedad infantil. Los niños con esperanza tienen un sentido de autocontrol y ven los obstáculos como temporales. Es más probable que ayuden a los demás. Como padre, usted puede enseñar esperanza para que los niños adquieran las habilidades necesarias para afrontar la vida cuando el camino esté lleno de baches.

Evite el pesimismo

La negatividad es mala para la esperanza. Es fundamental detener la negatividad en un niño antes de que se convierta en un hábito. Utilice códigos como tirarse de la oreja para fomentar la interrupción de los pensamientos negativos. También podrías considerar darle un apodo a la voz pesimista de tu hijo para ayudarlo a controlar sus pensamientos negativos.

Usa mantras

Enséñele a su hijo un mantra positivo para que lo use en tiempos difíciles. Luego enséñele al niño a usar su frase para reducir el pesimismo. Podrías considerar configurar el mantra positivo como protector de pantalla del teléfono.

Enséñele a su hijo cómo hacer una lluvia de ideas

Con esperanza, los niños no evitan los problemas. Afrontan problemas porque saben que pueden resolverlos. Para enseñarle a su hijo a hacer una lluvia de ideas, utilice el acrónimo STAND para ayudarle con los pasos:

  • Sabajo para que puedas pensar
  • tresuelve el problema
  • Apregunta qué más puedes hacer
  • norteame todo lo que puedas hacer para solucionarlo sin juzgar
  • DElige la mejor opción y hazlo.

Compartir buenas noticias

Las buenas noticias mantienen viva la esperanza para los niños. Los niños necesitan escuchar historias esperanzadoras. Busque noticias inspiradoras para compartir con sus hijos y ayudarlos a encontrar positividad en la vida. Recuérdeles sus triunfos sobre las luchas.

¿Y si?

Un niño pesimista pensará en las probabilidades negativas. Sin embargo, los niños esperanzados aprenden a evaluar con precisión. Si su hijo duda de algo, plantee preguntas de tipo “¿Qué pasaría si?” para ayudarlo a pensar en los posibles resultados de manera realista. Estas preguntas ayudan a los niños a ver que las posibles consecuencias no son tan malas como imaginan.

Celebre las pequeñas victorias

Incluso el éxito más pequeño puede aumentar la esperanza. Véalo como una ganancia, una mejora con respecto al desempeño anterior. Hacer esto ayudará a su hijo a identificar y comprender sus beneficios personales.

Aumente la asertividad de su hijo

Enséñele a su hijo la asertividad, el punto medio entre la pasividad y la agresión, para aumentar su esperanza. No olvides el lenguaje corporal. Enséñele a su hijo un lenguaje corporal seguro. Finalmente, practique respuestas que su hijo pueda utilizar para defenderse.

Rituales de gratitud

Los niños esperanzados están agradecidos. Inicie un ritual a la hora de comer y haga que cada miembro de la familia revele algo por lo que esté agradecido. A la hora de acostarse, pídale a su hijo que nombre a alguien por quien esté agradecido. También puede registrar el agradecimiento de su hijo en un diario familiar.

Enseñe a su hijo a aceptar el servicio

Muéstrele a su hijo que puede marcar una diferencia en la vida de los demás. Aumenta la esperanza al mismo tiempo que construye la autoeficacia. Podría iniciar una caja benéfica donde su hijo pueda donar juguetes, ropa y juegos. Entregue los artículos a una familia para que los niños puedan ver su impacto en los demás.

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