Tres pasos para el éxito del liderazgo

El éxito exige resiliencia y capacidad para capear las tormentas. Para desarrollar fuerza, debes concentrarte en las partes de tu vida que puedes controlar. Se trata de rodearte de las personas adecuadas, optimizar tu entorno y asumir responsabilidades.

Rodéate de las personas adecuadas

Considere las personas con las que pasa más tiempo. ¿Son estas personas las que te inspiran y te desafían a ser lo mejor que puedes ser? Quizás sean desalentadores y parezcan frenarlo. Las personas que te frenan pueden ser cualquiera, desde compañeros de trabajo hasta familiares, y debes identificar la influencia negativa para poder limitarla o eliminarla de tu vida.

Cuando te alejas de las personas que siguen un camino diferente al tuyo, puedes atraer a aquellos que están en el mismo camino o que ya han llegado. Reúnete con personas con las que tus valores y objetivos estén alineados, no sólo con aquellas que te digan lo que quieres escuchar. La crítica constructiva es vital para el crecimiento, así que busque personas que sean honestas con usted.

Optimice su entorno

Haga todo lo que pueda para que le resulte más fácil lograr sus objetivos. Diseñe su entorno, ya sea su sala de estar u oficina, para respaldar su felicidad y productividad en lugar de trabajar en su contra. Un entorno optimizado es mejor que depender únicamente de la fuerza de voluntad, que se agota a lo largo del día.

Quizás quieras llegar al gimnasio temprano en la mañana pero parece que no puedes ponerte en marcha. Saca tu ropa deportiva la noche anterior. Esta acción le facilita tomar medidas y eliminar posibles excusas. ¿Busca una gestión eficaz del tiempo pero se distrae durante todo el día? Cree formas de evitar las distracciones, como mantener el teléfono al otro lado de la habitación y revisarlo solo en momentos designados. Para optimizar su entorno, dificulte o imposibilite el acceso a opciones poco saludables e improductivas. Facilite el acceso a actividades saludables y productivas, que son una forma confiable de ayudarlo a tomar decisiones de alta calidad de manera consistente.

Asumir la responsabilidad

No se permita caer en los patrones comunes de poner excusas o hacerse la víctima. Lamentablemente, puedes llegar a ser tan bueno poniendo excusas que no te das cuenta de que las estás poniendo. Es fácil detectar esto en otras personas, pero difícil de detectar cuando lo estás haciendo tú. Establece el hábito de ser honesto contigo mismo. Es fácil engañarse, mimarse y fingir que se siente mejor. Por favor, no te engañes. Estas acciones sólo te limitarán. Trate de asumir la responsabilidad tanto de lo bueno como de lo malo. Asumir la responsabilidad despejará el camino para su crecimiento.

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publicado por Personal exacto

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